El nacionalismo puede entenderse como un concepto de identidad experimentado colectivamente por miembros de un gobierno, de una nación, o de un territorio en particular. Los nacionalistas se esfuerzan en sustentar una nación basada en conceptos que les den legitimidad política.
Como ideología, el nacionalismo pone a una determinada nación como el único referente identitario, dentro de una comunidad política; y parte de dos principios básicos con respecto a la relación entre la nación y el estado
El contexto fue el siguiente: después de la derrota de Napoleón, las monarquías francesas reconstruyeron el mapa político de Europa lo cual hicieron contra las nacionalidades y las ideas liberales. A este proceso se le llamó la Restauración y se caracterizó por defender a las casas reales, a la Iglesia católica y por ser un movimiento reaccionario.
Contra la Restauración reaccionaron diferentes movimientos nacionalistas de corte liberal. Estos movimientos introdujeron y defendieron la noción de soberanía nacional, la limitación de las facultades de los reyes, las libertades de los individuos, la división de los poderes -legislativo, ejecutivo y judicial- e hicieron depender la libertad de la voluntad del pueblo. De esta forma, los nacionalismos liberales destruyeron el orden instaurado por las monarquías y se constituyeron en la ideología de las revoluciones burguesas.
Por otra parte, estas revoluciones buscaban, entre otros aspectos, que los habitantes de una región se identificaran y diferenciaran por ser miembros de una nación antes que por ser parte de una monarquía o reino.
Cuando los habitantes de una región hacen parte de una nación constituyen una comunidad política, la cual se caracteriza por tener:
Un pasado histórico común. Entre más antiguo y continuo sea este pasado mucho mejor. Para los nacionalismos son importantes los grandes hechos del pasado.
Una lengua común y propia que los diferencia de sus vecinos.
Un territorio común en el cual los habitantes tienen una estrecha relación. Este territorio tiene una continuidad geográfica, es decir, los habitantes identifican con claridad sus fronteras.
El territorio está unido a otras dos características que dependen de él:
Raza. En algunos nacionalismos la raza es factor determinante. Por ejemplo, durante la Segunda Guerra Mundial el nacionalismo alemán reclamó la pureza de la raza aria, que significaba que quienes eran miembros de la raza alemana eran superiores a los de otros lugares.
Religión. Igual que la raza, la religión es un factor determinante de algunos nacionalismos. Es decir, los habitantes de una nación se definen e identifican por ser católicos, protestantes, musulmanes, judíos o budistas, por citar algunos ejemplos.
El nacionalismo se presenta cuando un grupo de personas o líderes de una comunidad social promueven la defensa de una o varias de las características anteriores como elementos exclusivos y superiores de su nación en contra de otras.
Es normal que entre los pueblos y las naciones exista diversidad, lo cual se explica porque tienen historias, tradiciones, lenguas o creencias distintas. Sin embargo, muchas veces los nacionalismos hacen de la diferencia entre naciones una forma de jerarquización social, política y cultural que niega la importancia de la diversidad.